Bradford Cox, el peculiar líder de la banda de Atlanta (su extrema delgadez se debe a que padece el síndrome de Marfan -no, no es una pose-), declaró antes de la edición del álbum que estaba cansado de los largos desarrollos que caracterizaban sus últimas canciones, ese ruidismo repetitivo casi elevado al drone que hipnotizaba en ‘Cryptogrames’. Que estaba más interesado en las “microestructuras” (sic). Y esa es la premisa de ‘Microcastle’/'Weird Era Cont.’, canciones concretas, con melodías claras, con gancho, siempre pervertidas por el afán experimental del grupo.
Deerhunter han conseguido una obra enorme, que no es sino un emocionante compendio, casi un manual de consulta, del out-rock norteamericano de los últimos cincuenta años: desde Bo Diddley, pasando por la Velvet, la psicodelia de 13th Floors Elevators, la no-wave, Sonic Youth, Yo La Tengo, Pavement, The Flaming Lips, Liars… hasta Deerhunter.
(Tomado de http://jenesaispop.com/)
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