lunes, 1 de junio de 2009

Filmoteca: Rainer Werner Fassbinder - "Berlin Alexanderplatz" (1980)


La obra más importante de Fassbinder es, a su vez, una de las series de televisión más revolucionarias de todos los tiempos y la mejor adaptación posible de la obra capital de Alfred Döblin, 'Berlin Alexanderplatz'. La historia de un hombre, la de un continente, que, a principios del siglo XX buscaban una redención que nunca llegaría.

Año de producción: 1980
Actores protagonistas: Günter Lamprecht, Hanna Schygulla, Barbara Sukowa
Dirección: Rainer Werner Fassbinder
Guión: Rainer Werner Fassbinder


Su duración la hace monumental, pero en realidad las quince horas y media que dura Berlin Alexanderplatz (Rainer Werner Fassbinder, 1980) están dedicadas a reconstruir con terca minuciosidad apenas 18 meses en la vida de un hombrecillo, Franz Biberkopf (magnífico Günter Lamprecht), que ha salido de la cárcel en el veranio de 1927 con el propósito de convertirse en un hombre nuevo, alejado del compulsivo que le llevó a matar a Ida (Barbara Valentin), su amante, cuatro años atrás. En este sentido, tanto la novela de Alfred Döblin que le inspira como esta serie de televisión "en 13 partes y un epílogo", según reza el inicio de cada episodio, es una historia sobre la redención y la imposibilidad de ser un buen hombre en la corrupta República de Weimar, dentro del microcosmos social de Alexanderplatz, barrio berlinés obrero de los años veinte y más tarde punto de control de la Berlín dividida.
Fassbinder (Bavaria, 1945-1982) nunca fue un cineasta al uso, así que de él no podía esperarse una serie al uso y lo cierto es que procura nadar en la dirección contraria. Mientras las reglas de la televisión imponen que cada episodio es una unidad narrativa dependiente del todo, que debe saturar por una acumulación de acontecimientos que no permiten que la acción decaiga, Fassbinder usa el tiempo para escudriñar a fondo y sin restricciones, tomándose libertades como el cuarto capítulo (titulado Un puñado de gente en las profundidades del silencio), en el que la acción no avanza ni un milímetro, o incluir un epílogo de dos horas totalmente desconcertante que aparece desvinculado del estilo narrativo de la serie y da pistas que redimensionan el todo. A lo largo de sus 940 minutos penetra hasta la intimidad del personaje, lo revisa desde todos los ángulos, y también explora su entorno, ese barrio agitado, económicamente en crisis, y los personajes que se acercan a Biberkopf: Mieze, la niña prostituta que le ama (jovencísima Barbara Sukowa); Eva, una antigua amante (Hanna Schygulla, actriz fetiche del director) y Reinhold Hoffmann (Gottfried John), el hombre que le despierta sus más escondidos secretos homoeróticos.
"Lo crucial de Berlin Alexanderplatz no está en la historia sino en la estructura", había declarado Fassbinder en el momento de su emisión para enfatizar que en sus manos el libro no había perdido su esencia. Y es que la novela de Döblin ha pasado a la historia de la literatura alemana como un importante bastión del modernismo.

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