jueves, 17 de febrero de 2011

Apple Records

El primer lanzamiento del sello de The Beatles, Apple Records, fue un single de la propia banda de Liverpool, “Hey Jude”, una canción atípica para salir como sencillo, por cuanto que duraba nada menos que siete minutos, siendo el single de mayor duración que haya llegado nunca al número uno en Reino Unido, mientras que en Estados Unidos se mantuvo nueve semanas en lo más alto de las listas, siendo el single de The Beatles que más tiempo ha estado en este puesto en ese país.
La idea original de la canción partió de una balada compuesta por Paul McCartney que llevaba por título “Hey Jules”, y que había escrito para consolar al hijo de John Lennon, Julian, por el divorcio de sus padres, aunque John siempre pensó que en realidad iba dirigida a él.
Por su parte, la cara B de este single contenía el tema "Revolution", en una versión distinta, másrápida y dura, que la que aparecería posteriormente en el llamado "álbum blanco".

La razón inicial por la que The Beatles decidieron fundar su propia compañía discográfica no tuvo mucho que ver con sus ambiciones artísticas, sino económicas, puesto que fue un modo de eludir el pago de impuestos.
Sus contables les habían informado de que habían amasado una gran fortuna, y que esta enorme suma de dinero debían invertirla en algún negocio si no querían que se la quedase hacienda. Así decidieron crear la compañía Apple, un conglomerado de actividades económicas que incluía no solo la discográfica, sino también otras empresas dedicadas a productos electrónicos, películas, derechos editoriales, venta al público, etcétera.
El mánager de la banda, Brian Epstein, sería el encargado de dar contenido a este conglomerado de empresas para justificar suficientemente su actividad económica frente al gobierno, enfocándolo hacia la comercialización de todo tipo de productos relacionados con los Beatles, creando su propia cadena de tiendas. Pero Epstein murió inesperadamente el 27 de agosto de 1967 de una sobredosis accidental de somníferos, lo que provocó que los cuatro de Liverpool tuvieran que acelerar sus planes de tomar el control de sus propios asuntos financieros. Igualmente, decidieron dotar a la compañía de una mayor finalidad artística, dando soporte financiero a otros artistas.
Por último, el nombre de la compañía fue obra de Paul McCartney, inspirado en un cuadro de René Magritte que había adquirido por entonces.

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