Grandes Discos de la Música Jamaicana

BUJU BANTON: " 'TIL SHILOH" (1995)

Hasta principios de los 90, el ragga, versión dura del reggae que había reinado en las pistas de baile de Jamaica desde 1985, había estado asociado de forma casi universal a la cultura de las bandas callejeras con pistolas y a las letras cargadas de un lenguaje sexualmente explícito. Entonces, surgió una nueva generación de vocalistas más concienciados como Garnett Silk, que cantaba contra las injusticias de la sociedad actual y alababa la vida honrada. El asesinato sin sentido de uno de estos jóvenes cantantes, Panhead, en 1993, también ayudó a que se consolidara este cambio. Buju Banton, nacido en Kingston en 1973 como Mark Myrie, se sintió particularmente afectado por la muerte de su compañero y amigo. Muy pronto publicaría su canción “Murderer”, asesino, un tema que fue fundamental a la hora de cambiar el enfoque de las letras de los vocalistas de ragga, alejándolos de la exaltación de la vida violenta y de las armas de fuego.

El joven Buju Banton había comenzado a dejarse crecer los tirabuzones al estilo rastafari y a escuchar el discurso de las viejas generaciones de cantantes de reggae, aunque sin duda tampoco tenía inconveniente alguno en seguir grabando temas rompedores de baile como el festivo “Champion”, que tuvo un gran éxito en Jamaica.

Ni siquiera el impacto causado por los singles de adelanto a la publicación del álbum “Til Shiloh” hacía presagiar la brillantez de este disco como obra total dentro de la historia del reggae, siendo el tercero que grababa junto al productor Donovan Germain. Este álbum ya se podría considerar esencial en cualquier colección de música de este género únicamente por dos de sus cortes: los reflexivos “Til I’m laid to rest” y “Untold Stories”. Este último es un tema semiacústico que recuerda al clásico “Redemption Song” de Bob Marley, e incluye letras como las siguientes: “Todo lo que veo es gente destrozando, robando y aprovechándose, y ningún amor para la gente que seguro que está sufriendo y pasándolo mal de verdad”.